”Porque yo sé los planes que tengo para ti, declara el SEÑOR; planes de bienestar y no de calamidad, para darte un futuro y una esperanza..." Jeremías 29:11
De ninguna manera Dios te promete una prosperidad hueca, basada en el presumir y en el tener y despilfarrar cosas innecesarias. El que tiene oídos para oír, oiga, lo que El Espíritu Santo quiere hablar a los corazones que le aman y con verdadero fervor le buscan:
Dios está levantando una generación nueva de hijos llenos de sabiduría de lo alto: que saben entender, buscar y recibir la verdadera bendición de Dios, la cual no acarrea tristeza con ella, ni intereses bancarios, ni esclavitud financiera, ni está sujeta a incrementarse por sostener ministerios engañosos; los cuales ni siquiera conocen tu nombre, pero están felices de recibir tu dinero.
Créele a Dios, si primero buscas su rostro, si te empeñas en amar a tu prójimo como a ti mismo, y si compartes tu pan con el verdaderamente hambriento: TU GLORIA RESPLANDECERÁ COMO EL SOL DE LA MAÑANA y serás verdaderamente prospero.
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